El sector alimentario no para de investigar buscando envases sostenibles que poco a poco reparen la huella ecológica producida por años en los que el aprovechamiento de recursos no formaba parte del sistema.
Reducir el impacto medioambiental es una de las prioridades de la industria. Pero la solución no solo alude al reto del plástico. Revertir este problema es cuestión de materiales, proyectos de ecodiseño, de vida útil de producto, transporte, costes ambientales y rentabilidad. Vamos por buen camino, pero aún queda mucho por hacer.
Envases sostenibles para alimentos
El consumidor cada vez valora más los productos naturales y sostenibles. Frutas y verduras, como no puede ser de otra manera, forman gran parte de esa demanda del sector alimentario. El reto del envasado por parte del sector hortofrutícola, es crear envases sostenibles y ecológicos que mantengan esas valiosas características.
Cuando hablamos de packaging sostenible en alimentación y de las empresas especializadas del sector, uno de los retos más importantes de este nuevo concepto es solucionar la parte medioambiental, la social o relacionada con el consumidor y la económica, donde entran variables como la proximidad o el transporte.
Atrás quedaron épocas en las que se priorizaron los envases de usar y tirar. El presente y el futuro es reducir, reutilizar y reciclar. Acciones que, además de cuidar del medio ambiente, son beneficiosas para las empresas.
¿Qué es un envase sostenible?
La definición que hace la rae de la palabra sostenible es la siguiente: que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.
Por lo tanto, un envase sostenible es el que tiene en cuenta criterios de sostenibilidad desde su creación, pasando por su proceso de producción y el ciclo de vida del producto hasta la eliminación del mismo. Además, si hablamos del sector alimentario, que no comprometan la calidad del producto ni la seguridad del consumidor.
Envases sostenibles y alimentación
Imprescindible para transportar y conservar los productos. Normativas y consumidores empujan a las empresas a mejorar los envasados con productos reciclables, sostenibles y reutilizables pero, ¿qué opciones hay en el mercado?
Cartón: El cartón es una de las alternativas más sostenibles y económicas debido a su fácil reutilización y bajo impacto ambiental.
Bioplásticos: Creados por la necesidad de tener una alternativa al plástico menos contaminante y de fuentes renovables y 100% biodegradables. Provienen de vegetales como la soja, el maíz o la fécula de patata.
Vidrio: Otro de los grandes aliados de la industria alimentaria gracias a sus capacidades de conservación y envasado de alimentos. Su ciclo de vida es infinito, ya que su reciclado es integral.
Madera: Reciclable y reutilizable la madera es otro de los materiales ecológicos que más se utiliza en el sector hortofrutícola. Soporta el peso, protege el producto y facilita la logística.
Entonces, ¿qué pasa con el plástico?
La industria es consciente y participa en la creación de envases sostenibles pero también es responsable de la correcta conservación de los alimentos. Y en este aspecto, el plástico sigue siendo una herramienta con grandes ventajas a favor de la preservación de los productos frescos, manteniendo intactas sus propiedades y reduciendo el desperdicio alimentario y los residuos. Algo también muy importante en la lucha por mejorar la sostenibilidad ambiental. Eso sí, se está trabajando en soluciones más eficientes.
La mayoría de nuestros clientes ya están llevando a cabo medidas para aumentar la sostenibilidad, y aunque no son 100% libres de plástico, si reducen considerablemente su uso y mejoran el impacto medioambiental. Como ejemplo, tienes el que ya compartimos con detalle sobre el proceso de retractilado con plástico compostable de No producto, no bolsa
La conclusión que sacamos de todo esto, es que podemos innovar en robótica, ser líderes en automatización o aplicar la última tecnología agrícola para aumentar la producción, pero todo esto tiene poco sentido si no nos comprometemos a que vaya unido a una sostenibilidad hortofrutícola real. Y no solo en el envasado de productos de cara al consumidor final, también en los procesos de logística y transporte.
En Alsi trabajamos para reducir el impacto medioambiental. Y tú, ¿ya has tomado medidas al respecto?