La industria representa más del 40% del consumo energético mundial, por tanto, existe una gran oportunidad de mejorar la eficiencia aprovechando las ventajas de la Industria 4.0. para una transición energética. Esto significa que hay un gran potencial de ahorro en el sector industrial que puede aprovecharse aplicando una serie de mejoras de eficiencia energética.
La Industria 4.0 se vale de nuevos sistemas inteligentes y conectados para mejorar tanto su flexibilidad como su eficiencia. Estos sistemas inteligentes derivan de la interconexión de dispositivos, maquinaria y sistemas más amplios, tanto dentro de los centros industriales como entre ellos y los usuarios.
Qué papel tiene la industria 4.0 en la transición energética
A la hora de llevar a cabo la transición energética, es necesario tener en cuenta tres criterios. Eliminar los incentivos al consumo que no tengan eficiencia energética, utilizar en mayor medida recursos propios, y que el consumidor se encuentre en el centro del sistema energético, siendo parte activa de la gestión de la demanda.
Desde el punto de vista industrial, los servicios interconectados e internet deberán basarse en los siguientes principios básicos de diseño:
Interoperabilidad. Es decir, la interconexión de materiales, elementos y recursos humanos a través de internet y sus servicios.
Descentralización. La capacidad de que los objetos conectados de la industria tengan capacidad de decisión autónoma.
Virtualización. La empresa inteligente debe contar con una copia virtual donde se muestre la información de sistemas, sensores, modelos de simulación, etc.
Orientación de servicio. La capacidad de ofrecer un catálogo de servicios que facilite la interacción y creación de nuevas aplicaciones que aporten un valor añadido.
Análisis en tiempo real. Captura de datos, análisis y toma de decisiones en tiempo real.
Beneficios de la revolución digital en la electricidad
La revolución digital que se está produciendo en el sector eléctrico ha dado lugar a nuevas tecnologías y a un aumento exponencial del almacenamiento y procesamiento de datos.
Esto ha traído beneficios como:
1. La supervisión de los datos en tiempo real ha permitido que las acciones correctivas y los procesos preventivos sean mucho más rápidos.
2. La generación de energías renovables, el almacenamiento de energía y las cargas flexibles han supuesto una transformación digital que ha permitido la interoperabilidad de múltiples tipos de activos.
3. El uso de herramientas software más avanzadas basadas en inteligencia artificial, por ejemplo, pueden optimizar en gran medida los flujos de energía. El uso de los datos y la monitorización en las instalaciones industriales también ha permitido identificar las ineficiencias de los procesos mucho antes y tomar decisiones más rápido.
4. Aprovechando las nuevas tecnologías y reduciendo los residuos, podemos reducir las emisiones totales de CO2 a nivel mundial en un impresionante 4%.
Ejemplos de energía 4.0
La mayor parte de los avances se están produciendo en los países tradicionalmente desarrollados. Esto se debe a que estos son los países que han conseguido más progresos y tienen la Industria 3.0 ya consolidada. Además, los países desarollados generalmente disponen de más capital para invertir en nuevas tecnologías y de innovación.
En el caso de Europa, los proyectos que hay en marcha se centran en permitir la transición hacia un futuro energético más sostenible apoyado en la Industria 4.0. Por ejemplo, en el Reino Unido, el High Value Manufacturing Catapult ha respaldado más de 4.500 proyectos en toda la cadena de suministro de la Industria 4.0. En Francia, el programa Nouvelle France Industrielle program fue iniciado por el gobierno para apoyar a la industria a través del proceso de digitalización. Y en España, Industria Conectada 4.0 lleva a cabo varios programas de colaboración público-privada.
La diversidad de apoyos a la Industria 4.0 es una prueba de su amplio reconocimiento como factor de cambio para la industria y el sector eléctrico.
En conclusión
Las tecnologías de la información, como el Big Data o la Inteligencia Artificial, juegan un papel fundamental para el desarrollo de modelos mas sostenibles y eficientes de consumo y producción de energía. Por su parte, el Internet de las Cosas o la Realidad Aumentada son fundamentales para la conexión de esta información digital con el mundo físico.
Esta interconexión entre mundo físico y digital, permite la medición y gestión de la energía de un modo hasta ahora nunca visto. De modo que es posible prevenir y corregir ineficiencias en tiempo real. Además de la toma de decisiones en base a modelos matemáticos predictivos.