La realidad aumentada es la tecnología que permite superponer información digital a la información que se percibe de un entorno únicamente a través de nuestros ojos, en tiempo real. En el ámbito industrial, la realidad aumentada se está aplicando cada vez más. De hecho, es una de las tendencias actuales que ganan cada vez mayor peso en este sector.
Existen diferentes tecnologías para aplicar la realidad aumentada. Una de las más utilizadas es la proyección de información mediante proyectores fijos. Se trata de proyectores de alta resolución que se adaptan a las condiciones industriales para mostrar información, sobre una superficie de trabajo, durante un proceso productivo. Otra de las opciones es utilizar las famosas gafas de realidad aumentada, por ejemplo, las HoloLens creadas por Microsoft. Existen varios modelos, pero el resultado es, al igual que con los proyectores, aportar información durante un proceso. Por último también están las tablets, que actúan como soporte de realidad aumentada, muy utilizadas en el ámbito del mantenimiento industrial.
La realidad aumentada puede aportar grandes beneficios a los procesos productivos
- Mejora de la productividad ya que los montajes se realizan de forma más rápida.
- Mejora de la calidad del producto final, por la disminución de errores.
- Mayor comodidad y seguridad de los trabajadores.
- Mayor dinamismo en el proceso de producción, ya que, con las gafas y las tablets, la superficie de trabajo no tiene por qué ser fija, por lo que la información se mostrará de forma dinámica según las necesidades de cada proceso.
- Reducción de ciclo de las tareas gracias a la gran cantidad de información con la que se cuenta en todo momento. También se reducen los errores e incluso el tiempo de formación en una nueva tarea ya que el proceso está guiado en todo momento.
Aplicaciones de la RA en los procesos de producción
La necesidad de conseguir un producto final de gran calidad, hace necesaria la implantación de sistemas de realidad aumentada en fábricas, que guían paso a paso a los operarios para evitar generar errores.
En este sentido, estos sistemas pueden ser de gran ayuda, ya que se encargan de comprobar que el montaje ha sido correcto y es el mismo sistema de realidad aumentada el que marca sobre el propio equipo cuál es el siguiente paso. Otra de las aplicaciones en las que se utiliza la realidad aumentada es en las tareas de conexionado complejo. Utilizando un proyector o unas gafas se muestran los puntos de conexión y, mediante visión artificial, se verifican y validan cada una de las conexiones.
En mantenimiento también es muy útil esta tecnología, ya que toda la información está digitalizada y sin necesidad de manuales físicos. El técnico solo tiene que llevar una tablet en la que se incluyen todos los manuales y que puede incluso guiarle o comprobar el estado de una instalación.
La realidad aumentada también puede tener un papel crucial en el proceso de embalaje final del producto. Este punto es muy importante dentro de la cadena de producción, ya que es la primera impresión que el cliente tendrá del producto. La realidad aumentada se encarga de guiar todo el proceso de embalaje para asegurar que todos los elementos se embalan de forma correcta.
Finalmente, la realidad aumentada permite la visualización de piezas virtuales dentro de los equipos, siendo esta acción especialmente útil en el momento de diseño de equipos, realización de diagramas o gráficos en tiempo real.
En definitiva, la realidad aumentada es cada vez más utilizada en entornos industriales, ya que puede aportar muchas mejoras y beneficios a algunos de los procesos de producción.